Boira. Niebla en catalán. Me impactó tanto su mirada verde que decidí hacerle una sesión de fotos años después de verla por primera vez.
Hicimos algunas fotos en la terraza de un edificio de Sant Antoni de Barcelona. Al principio parecía que no le gustaba mucho y quería salir corriendo, pero acabó olvidándose de mí tumbándose al sol. ¡Parecía que había nacido para esto!
Hicimos otras fotos en casa. A diferencia de muchos otros gatos, Boira es una gata tranquila a la que no cuesta nada hacer fotos. Se tumba y te ignora, como si no existieras. Solo tienes que ir llamándole la atención para que mire a la cámara de vez en cuando.
¿Has visto como le cambian los ojos dentro y fuera de casa?
¿Quieres que contemos juntas tu historia?